La joven Karen Reyes continúa la búsqueda del asesino de su vecina y acaba encontrando oscuros secretos familiares y hasta a sí misma. Hay que leerlo porque Emil Ferris ha invertido trillones de horas en esta obra maestra y tú no llegas ni a monstruíto.
Autoparodia de algunos de los momentos más vergonzantes y humillantes de la autora. La Larry David del cómic actual. Nos gusta porque, en alguna ocasión, todo hemos sido seres despreciables.
Padre e hijo se cargan las mochilas a la espalda y deciden ir tirando hacia el sur; que en las noches del postapocalipsis hace rasca y la rebequita del pequeño es de cuando aun había rebajas y le entra todo el frío por las muñecas. nos gusta porque, pese al mal rollo por el tema extinción global, Larcenet tiene la sensibilidad de representar los ya extintos carritos de supermercado metálicos, situando la acción en el futuro alternativo del pasado, desvaneciendo cualquier sospecha profética posible.
Una muerte misteriosa, un párroco urgente, una amiga manca y toda la Barcelona pospandémica y oculta que tu cabeza pueda absorber. Javier Pérez Andújar al guión y Laura Pérez Vernetti a los lápices. Si eso no te convence no te mereces leerlo.
Unas Navidades en familia normal y corriente para Friday Fitzhugh: maldiciones indígenas, sectas rurales, invocaciones del inframundo... Sin almuerzos indigestos, ni cuñados impertinentes, ni bingos de sobremesa. Un folkhorror al uso, vaya. Seguramente el primer "Young Adult" detectivesco para muchos desde La Penya dels Tigres o el eterno Conan. El de Gosho Aoyama, no el de la espada.